“Eso, a Mozart, no se lo harían”
“Eso, a Mozart, no se lo harían”
Hace unos pocos años, un compositor español recibió la buena nueva de que el Teatro de la Zarzuela deseaba estrenar una ópera suya. Pero para disponerse a ello, el coliseo madrileño ponía una condición: le solicitaba unos retoques que implicaban, por ejemplo, crear nueva música para el coro.

Plaza de entrada del Teatro de la Zarzuela
El músico se negó, alegando que a Mozart nunca le habrían formulado una petición semejante, y el teatro, entonces, le dio la espalda. Las quejas llegaron hasta el mismo despacho del entonces Ministro de Cultura que, como suele ocurrir casi siempre en estos casos, decidió inhibirse.
De ese modo, la ópera ha quedado inédita en algún cajón de la Zarzuela, aguardando mejores tiempos, como los que en su día pudo disfrutar Boris Izaguirre en su debut como libretista a precio de oro. ¿Recuperará el nuevo equipo gestor la obra del compositor… del norte?
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