Montserrat Caballé seguirá viva

Montserrat siempre estará viva para aquellos que la hemos conocido o escuchado, también aunque menos con los fans de la ópera aunque sea sólo por el inmenso legado -en número y calidad- sus discos y videos, pero todos sabemos que la memoria es flaca y era necesario hacer algo más para que su recuerdo no se diluya. Nace así la Fundación Montserrat Caballé, que tendrá carácter privado y, al mismo tiempo, se recuperará el concurso de canto que llevaba su nombre.

El Concurso de Canto Montserrat Caballé alcanzará su XVI edición, celebrándose el 6 de octubre, en el segundo aniversario del fallecimiento de la insigne y querida soprano en el Teatro del Liceo. Al año siguiente tendrá lugar en el Teatro Real de Madrid. El concurso se celebró algunos años en Andorra y Seu de Urgell para pasar en 2007 a Zaragoza, en cuyo auditorio permaneció hasta 2016. Su ayuntamiento decidió suspenderlo y dedicar su aportación a otros proyectos. Se trató entonces de que fuera asumido por el Liceo pero éste se hallaba ya ligado al veterano Concurso Tenor Viñas, por lo que la iniciativa no prosperó. Ahora pasará a depender de la fundación que se creará y cuenta para las dos primeras ediciones con el apoyo de Liceo y Real para que se celebre en estos teatros. Entre sus ganadores cabe citar a Pretty Yende, Nadine Sierra, Levy Sekgapane o Pene Pati.

Montserrat Caballé

La Fundación Montserrat Caballé, impulsada por su familia, fue presentada ayer en Barcelona por Salvador Alemany (presidente del Patronato del Gran Teatro del Liceo), Victor García de Gomar (director artístico del Liceo), Joan Matabosch (director artístico del Teatro Real) y Montse Caballé Claus, que será su presidenta. Su finalidad será mantener vivo el recuerdo de la vida y obra de la soprano y promover la tarea docente que desarrolló, destinada a ayudar a jóvenes talentos de la lírica con becas y estudios. Pero no sólo aportándoles medios materiales, sino siguiendo su evolución en los estudios que emprendan e incluso apoyarlos para su ascenso a la carrera profesional, tal y como hizo Caballé con artistas como José Carreras, Eduardo Jiménez, Isabel Rey, etc. También la organización de sesiones audiovisuales y exposiciones itinerantes, así como un espacio museístico, para mantener vivo el recuerdo y la trayectoria artística de la soprano. Cabe recordar las muchas actividades benéficas, la mayoría de ellas desconocidas para el público, ayudando a colectivos desprotegidos y no solamente con conciertos benéficos o como embajadora de la Unesco o la UNU.

La fundación tendrá, al menos en su inicio, carácter totalmente privado, participando en su patronato varios mecenas personales, empresas y, muy posiblemente, una entidad bancaria. Es intención de sus promotores abrirla a cuantos admiradores tiene la eximia artista, conscientes del esfuerzo económico que supone el empeño.

Esperemos que la Fundación Montserrat Caballé se consolide y, como sugerencia, no estaría de más una colaboración con la de Victoria de los Ángeles, muy activa en los últimos años. Gonzalo Alonso