Resulta difícil escribirlo pero ¿de verdad Gerard Mortier merece tanta literatura como la que le estamos dedicando? La desaparición de Claudio Abbado no generó tantas letras en España, por recordar algo reciente.

Y, al leer lo que se escribe u opina y quien lo escribe u opina, uno ya no sabe qué pensar y le viene a la mente el refrán: «piensa mal y acertarás». ¿Es posible que más de uno sienta remordimientos por cómo le trataron? ¿Es acaso posible que otros respiren aliviados? Por favor, si Mortier ya no influía en el Real. Lástima que no pudiese presenciar ni «Alceste» ni los próximos «Cuentos de Hoffmann» y ver redondeada su labor en Madrid.

Por cierto, ya veremos lo que dura ahora el equipo de jóvenes que instaló en el teatro.