Estimado «marcador»:

Me dirijo a usted para hacerle dos preguntas sobre el Teatro Real. Como
persona bien informada quizá pueda orientarme, ya que el teatro no lo hace.
En caso contrario, considérelas como preguntas retóricas que se hace mucha
gente.

1) ¿Cuántas localidades salieron a la venta para el ciclo Grandes voces en
el Teatro Real? Ni los que estaban en los primeros lugares de la cola que se
formó en las taquillas del teatro desde las 3 de la madrugada del miércoles
pudieron comprar las localidades que deseaban. Estaban ¿reservadas? ¿no
disponibles? Los que se encontraban en la posición número 40 o 50 de la cola
no pudieron adquirir butacas de patio, en su mayoría reservadas. ¡Qué cosas
pasan en los teatros públicos! ¿Pasará en el Real con el ciclo de Grandes
voces lo mismo que ayer en el concierto del Día del Ahorro de Cajamadrid,
que tenía casi todo el Auditorio Nacional reservado y luego vimos el patio
de butacas y el Primer Anfiteatro medio vacíos? Ojalá se obligue a anunciar
con antelación el número de localidades a la venta de cada zona, se vigile
el cumplimiento de lo anunciado, y asimismo se obligue a dar cuenta del
destino de las localidades «desaparecidas».

2) ¿Por qué son tan caros los servicios de venta telefónica o por Internet?
En España lo único a nivel Europeo son los precios y los impuestos. Ya me
gustaría a mi que fueran tan europeos los salarios o el nivel de muchos
espectáculos. Dado que para muchos espectáculos se venden más localidades
por teléfono o por Internet que en la taquilla, deberían reconocer que el
precio de la entrada es el nominal más el recargo por venta telefónica o por
Internet, y que a aquellos afortunados ociosos que tienen tiempo de pasar
por taquilla a las 10 de la mañana un día laborable se les bonificará con un
descuento igual a la comisión. ¿No les da vergüenza cobrar 3 euros por la
adquisición por Internet de un abono para el ciclo de Grandes Voces?

Beckmeser, keiner Besser!

Un cordial saludo,

Alberich