Suscribirse a la Newsletter de Beckmesser

¡No te pierdas ninguna noticia!

¡No enviamos spam! Lee nuestra política de privacidad para más información.

Busca las entradas de cada mes

Últimas 20 entradas

Últimos tuits de Beckmesser

“Cadiz”, gracejo de sesión continua en El Escorial
CON ARGENTA EN LA MEMORIA
Por Publicado el: 04/09/2008Categorías: Crítica

Una preciosa ópera y un desacuerdo pianístico

Quincena Donostiarra
Una preciosa ópera y un desacuerdo pianístico
“Iolanta” de Chaikovski. L. Dudinova, A. Agadi, M. Kolelishvili, G. Magee, E. Umerov. Coro Easo. Orquesta Nacional del Capitolio de Toulouse. T. Sokhiev, director.
Obras de Guridi, Rachmaninov y Holst. J. Perianes, piano. Coral Andra Mari. Orquesta Sinfónica de Euskadi. A. Boreyko, director. Auditorio Kursaal de San Sebastian.
“Iolanta” es la última y una de las más desconocidas óperas de Chaikovski. Su reducida acción escénica y su compacta duración, de unos noventa minutos, la hacen especialmente adecuada para una versión en concierto. Música bien perfilada y muy acorde con los inspirados versos del texto de una preciosa historia en la que, al contrario de lo habitual, no hay ningún malo. Es un libreto de los que “destensionan”, relajan y emocionan por su candor. Hace algún tiempo se escuchaba en Madrid con las huestes de San Petersburgo y ahora en San Sebastian con las del Capitolio de Toulouse y un elenco canoro superior al de entonces. Sobresalió el bajo Mikhail Kolelishvili, de carnosas y sonoras gravedades y la facilidad en el agudo del tenor Akhmed Agadi, mientras que la soprano Liudmila Dudinova aportó dulzura pero la voz se mostró tensa en más de un momento. Concertó con precisión Tugan Sokhiev, aunque sin el impulso y las transparencias de Temirkanov en Madrid.
El día anterior se presentó la Orquesta Sinfónica de Euskadi con Andrei Boreyko a su frente. Supieron quedar a buen nivel rodeados de la Nacional, la Filarmónica Checa y la Capitol de Toulouse, lo que no es poco. Abrieron con el precioso “Plenilunio” de la “Amaya” de Guridi y cerraron con “Los Planetas” de Holst, expuestos con el poder que requiere esta peculiar pieza con influencias de todo tipo. El centro del concierto lo ocupó Javier Perianes para ofrecer una “Segundo concierto” de Rachmaninov en el que los conceptos del director, muy en la línea de la grandiosidad rusa, y del solista, transparente y sutil, no acabaron de encajar. Resultado de ello fue la desaparición sonora del piano en muchos momentos, auténticamente sepultado por la orquesta. Gonzalo Alonso

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

banner-calendario-conciertos

calendario operístico 2023