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Por Publicado el: 17/05/2005Categorías: Diálogos de besugos

Wagner en la selva amazónica.

Hace dos años nos quedábamos atónitos ante las crónica de Juan Angel Vela del Campo de una ópera en la selva del Amazonas y de lo insólito que El País publicase algo así. Ahora entendemos aún menos, ya que es la tercera crónica que envía desde esa perdida ciudad brasileña. ¿Turismo? Lo malo es que para hacer lo que sea haya dejado colgados a los aficionados de la ABAO, cancelando su conferencia sobre «La Sonambula». En ella, por cierto, había asegurado la presencia de su amigo Juan Diego Flórez. El asunto recuerda cuando dicho cronista le pegó un abrazo a Abbado mientras éste dirigía el Requiem en Berlín. Cuando se fue preguntó el maestro «Y éste, ¿ quien coño es?». Lean, lean sobre Wagner en el Amazonas. Y lean también más cosas sobre el gran teatro de ópera de Manaos. ¿Qué se le habrá perdido a Vela en Manaos?

Manaos incide en el realismo mítico

Manaos, en el corazón de la selva

Wagner en la selva amazónica. Manaos escenifica ‘El anillo del nibelungo’ por primera vez en Brasil. J. A. VELA DEL CAMPO – Manaos. EL PAÍS, Espectáculos – 15-05-2005
Del Rin al río Negro, a unos pasos del Amazonas. Wagner ha cambiado de río y sus hijas acuáticas que protagonizan la primera escena de El anillo del nibelungo no han sido en esta ocasión alemanas, sino brasileñas. La monumental obra, en un prólogo y tres jornadas, es el acontecimiento de la IX edición
del Festival Amazonas de Ópera en Manaos, que se está celebrando desde el 23 de abril…. -.-….. El desafío de montar un Anillo frente a la selva amazónica se las trae, pero no es, en cualquier caso, un salto en el vacío. Tiene detrás unos responsables políticos que han heredado el espíritu visionario de sus antecesores (aquellos que propiciaron la edificación de un teatro de lujo para la ópera en Manaos con las ganancias del caucho) y están apostando por una política cultural (y educativa) no limitada por el déficit cero. En ningún lugar he visto tanta gente joven asistir a la ópera (entusiasta en los comportamientos, desenfadada en la indumentaria). Los precios oscilan entre 5 y 60 reales, es decir, entre menos de 2 euros y 20. Conviven con los grupos de turismo cultural que asisten a las representaciones; el más numeroso procedía de Australia.Tiene detrás también el trabajo constante y callado del director musical y artístico Luiz Fernando Malheiro, que hace ya unos cuantos años decidió que ya estaba bien de juegos de artificio de exotismo y mitomanía, e inició una peculiar travesía de la incertidumbre, que diría Estrella de Diego, con la creación de una orquesta, un coro y un cuerpo de baile estables, desde donde levantar la realidad del teatro Amazonas hoy. Se unió a todo ello un proyecto de integración social a través de la música. En principio, la mayoría de los músicos procedían de la Europa del Este, pero en la actualidad de los 66 de plantilla (73 para El anillo con el refuerzo de cuatro tubas wagnerianas venidas de Alemania y algún otro instrumentista puntual), 26 son brasileños y 8 de ellos del propio Manaos. En El anillo la mayoría de los cantantes también son brasileños o instalados profesionalmente en Brasil, como el estupendo bajo-barítono norteamericano Stephen Bronk…. -.-…….Los resultados artísticos han sido más que aceptables en el terreno vocal, sorprendentes en lo orquestal con un Malheiro con criterio y fluidez narrativa, recibido con aclamaciones en todos los actos, y discretos en lo escénico bajo la rectoría del inglés Aidan Lang.

El VII Festival Amazonas de Ópera, que se celebra en Manaos (Brasil) hasta el 29 de mayo, incide en las leyendas de los grandes ríos. Ante todo, el Amazonas. En una función de gala a beneficio del Consejo de Desarrollo Humano del Amazonas se presentó el domingo la ópera Florencia en el Amazonas, del compositor mexicano Daniel Catán, con libreto de Marcela Fuentes Berain, inspirado en El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez. La protagonista es una diva de ópera, que vuelve a su tierra en busca de un amor de juventud, realizando un viaje fluvial en el barco El Dorado desde Leticia a Manaos. La presentación ha sido dirigida impecablemente por Luiz Fernando Malheiro al frente de la Filarmónica Amazonas.

Otro río, el colombiano Magdalena, da título al único musical de Heitor Villalobos, el compositor brasileño por antonomasia. La obra, estrenada en Los Ángeles e incluso en Broadway en 1948, se representaba por primera vez en Brasil, en una nave industrial y con entrada libre. El lleno ha sido absoluto en las tres funciones. Tuvo mérito la puesta en escena de Charles Möeller, pero más todavía la dirección musical de la brasileña Ligia Amadio, de gesto preciso y maneras sensibles. Rosana Lamosa, Fernando Portari y Magda Painno encabezaron con acierto el reparto vocal.

Manaos incide en el realismo mítico. El País 08.05.2003. J.A.Vela del Campo
El repertorio centroeuropeo estuvo representado por Siegfried, de Wagner, en el marco de una tetralogía que va a ópera por año y de la que en 2005 se ofrecerán tres ciclos completos. La dirección escénica es de Aidan Lang y la musical del director de la casa, el siempre seguro Malheiro. El Rin hace, en Manaus, un guiño al Amazonas. Casi parece un milagro esto de la ópera en el corazón de la selva….

Manaos, en el corazón de la selva. El País, 24.04.2004. J.A.Vela del Campo
La aureola de prestigio alrededor de los teatros de ópera se origina por motivos como la calidad de la programación, las figuras de la interpretación que han frecuentado sus temporadas, el número de estrenos que han pasado a la historia o la estética arquitectónica. La admiración que despierta el teatro Amazonas de Manaos está ligada por encima de todo a la leyenda, a la aventura humana de construir un lugar para la ópera, con todo el lujo imaginable, en el corazón de la selva. Hay un viento de locura en la aspiración a unir a esta escala la naturaleza y el arte. La clase económicamente poderosa surgida en la segunda mitad del XIX gracias a la hegemonía del caucho brasileño podía haber invertido sus riquezas en otro tipo de actividades o signos de ostentación. Sin embargo apostó por un teatro de ópera como el cielo alcanzable. La fascinación por esta decisión ha servido y continúa sirviendo de inspiración a creadores artísticos de distintas disciplinas. Ahí está por ejemplo la película Fitzcarraldo, del cineasta alemán Werner Herzog, que sirvió entre otras cosas para seguir alimentando el recuerdo del mito del belcanto a unos pasos de la jungla amazónica.

El teatro de Manaos se terminó
de construir en 1896 y la primera ópera que se representó fue La Gioconda, de Ponchielli, el 7 de enero de 1897. Atrás quedaban 16 años de trabajos intensivos y previsibles periodos de paro en la construcción desde que se aprobó la ley de edificación del teatro por el presidente regional, José Lustosa da Cunha Paranaguá, con un presupuesto de 250.000 cruceiros, cuatro veces más que la propuesta inicial del diputado provincial Antonio José Fernandes Junior, pero muy lejos de un coste final que ascendería a 20 millones de cruceiros. «Fue una noche de esplendor y pasión. La noche de apertura marcó un nuevo capítulo en la historia cultural del Amazonas», escribió el historiador Mario Ypiranga Monteiro. Manaos culminaba con este monumento al arte un periodo de esplendor que simultaneaba con importantes conquistas en las comunicaciones, los tranvías eléctricos, la iluminación por arco voltaico, los talleres fotográficos o los primeros cines brasileños. Se imprimían periódicos en francés, alemán e inglés. Manaos era, evidentemente, la vanguardia de Brasil, y su emblemático teatro suponía un cruce artístico del Viejo y el Nuevo Mundo. Se importaron para su construcción los mármoles de Carrara, las lámparas de Sèvres, la cristalería de Murano y los más variados objetos ornamentales a la última moda procedentes desde París o Alsacia hasta Glasgow o Marsella. Y a ello se unían las mejores maderas de la jungla vecina….Las leyendas se multiplicaban. Que si Enrico Caruso había cantado en Rigoletto, que si Sarah Bernhardt había interpretado Fedra, de Racine, que si Anna Pavlova había bailado El lago de los cisnes. Hoy día pocos lo desmienten, pero asimismo pocos lo afirman. Las altas temperaturas y especialmente las humedades que ascienden al cien por cien empujan muchas veces a la fantasía delirante en la manera de contar historias…..El Festival Amazonas está jugando el papel de motor del cambio. Se celebra en abril y mayo (este año entre el 21 de abril y el 28 de mayo) y está ya en la octava edición. En las primeras semanas la estrella es El ocaso de los dioses, de Wagner, que cierra el ciclo completo de El anillo del Nibelungo, un ciclo que se podrá contemplar íntegro en 2005 al menos en tres ocasiones. En la fase final de esta edición coge el turno Norma, de Bellini. A ellas hay que añadir Werther y Aida, en versiones de concierto, un programa doble dedicado a Schönberg, con Pierrot lunaire y la Noche transfigurada, en el Teatro da Instalaçao y una lectura reducida en portugués en la Plaza Pública de La flauta mágica.
Luiz Fernando Malhiero es actualmente el director musical y artístico. Bajo sus auspicios se han creado la Filarmónica y la Coral Amazonas….

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