Crítica de libro: Una storia dilettevole della musica, de Guido Zaccagnini
UNA STORIA DILETTEVOLE DELLA MUSICA. Insulti, ingiurie, contumelie e altri divertimenti (UNA HISTORIA DILETANTE DE LA MÚSICA. Insultos, injurias, rebeldías y otros entretenimientos). GUIDO ZACCAGNINI. Marsilio editori. 495 páginas.

Una storia dilettevole della musica, de Guido Zaccagnini
Estamos ante un libro -desgraciadamente no traducido al idioma castellano- en el que su autor navega desde lo sombrío hasta lo apasionado, desde lo romántico hasta lo irracional. En el se presenta la policromía que tornasola la vida de los músicos, con las armonías que se construyen sobre el papel pautado encendiendo nuestros sentidos y pensamientos, donde las tensiones emocionales, las virtudes y lo vicios se traducen en sus composiciones, por lo que conocerlos y reconocerlos nos permiten vislumbra el rostro humano de personas que son frecuentemente idealizadas.
Guido Zaccagnini (1952-2022), maestro en la Historia de la Música y profesor en la Universidad de Roma, plasma las reacciones -personales e ideológicas- habidas entre grandes compositores, danto luz, también, a los secretos que se esconden detrás del nacimiento de melodías y de los falsos mitos, muchas veces etiquetados apresuradamente como obras maestras.
Junto a los acontecimientos biográficos, también el autor aclara aspectos teóricos que han determinado leyendas, corrientes musicales que van de la mazurca a la sonata, del verismo al impresionismo, o del clavicémbalo al órgano.
En sus páginas se expone la naturaleza autoritaria a irascible de Händel, los excesos de Wagner, la pasión de Saint-Saëns por lo lepidópteros, la obsesión de Satie con los paraguas, las andanadas verbales y escritas de Prokofiev contra Shostakovich, o la doble faz de Puccini quien entre sus amigos era conocido como ‘Suor Giacomo’ como dandi en el mundo bello.
Zaccagnini humaniza a sus héroes, lo que al autor de esta líneas le hace situarse en la cercanía de ellos y, en el caso de algunos, amarlos más, pasando por la frescura consciente de Beethoven, la dulzura romántica de Schubert o el sentimiento trágico de la existencia de Mahler.
Libro ameno y muy bien documentado, que al final de su encuadernación contiene ocho hojas en blanco que invitan al lector a dejar anotadas sus apuntes o reflexiones. Es de esperar que pronto la RAE le dé limpieza, fijeza y esplendor.
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