Comienza el curso musical con una queja por lo bajo de muchos cantantes, que no se atreven a decirlo por lo alto, temiendo represalias. Algunos habrían sido «sondeados» para comprobar su disposición a participar en el número extraordinario de una publicación musical. A cambio de dos mil euros obtendrían un reportaje o un espacio publicitario. Están que trinan, como también lo están algunos de sus agentes.
En algunos países del extranjero es relativamente frecuente que una agencia artística se anuncie con todas sus huestes e incluso se anuncia algún cantante, pero lo habitual es que sean los agentes o las casas discográficas las que apechugen económicamente. Aquí desde luego nos aristas no están acostumbrados a que se les pida que pasen por ventanilla para salir en la foto. Me temo que se ha ido demasiado lejos y demasiado deprisa. Sobre todo cuando el mencionado especial parece que va a ser financiado por el Teatro Real, la Sociedad Estatal de Actos Culturales, etc.