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Por Publicado el: 19/11/2007Categorías: Crítica

El Coro de la CAM triunfa en la Philharmonie berlinesa

España en Berlín
El Coro de la CAM triunfa en la Philharmonie berlinesa
«Requiem alemán» de Brahms. Roman Trekel, Carolina Ullricht. Coro de la Comunidad de Madrid, Berliner Bach Akademie. Heribert Breuer, director. Philharmonie de Berlín, 18 de noviembre.
Berlín es ciudad de envidiar en lo musical. En un fin de semana se representaban seis óperas -«Tiefland»,»El Murciélago», «Macbeth»,»Maria Stuarda», «La ópera de los seis peniques» y el doblete «Casandra» con «Elektra»- varios conciertos – Bartoli, Netrebko- y, entre ellos, el del Coro de la Comunidad de Madrid junto al Berliner Bach Akademie. Pero es también de envidiar por la numerosa presencia de jóvenes, incluso niños, entre el público, hecho favorecido sin duda por una política de precios más popular que la española. Baste apuntar que una butaca de patio para la ópera cuesta 65€, la mitad que en Madrid. Y se admira así mismo la maravillosa acústica de la Philharmonie, conocida como «Circus Karajani», donde se diferencian nítidamente todas las voces de cualquier partitura, el sonido posee gran riqueza armónica y resulta denso pero a la vez transparente.
El Op.45 de Brahms es, posiblemente no sólo su obra más larga, sino uno de los «Requiem» más personales y lejanos a la liturgia que se hayan escrito. Los textos de sus siete partes están tomados de traduciones de la Biblia al alemán efectuadas por Lutero y fue compuesto para soprano, barítono, coro mixto, órgano y orquesta sinfónica.
Cantó con gran musicalidad el barítono Roman Trekel. La voz no sorprende por su caudal, pero sí por su buena escuela. La reducida aunque importante parte de la soprano estuvo a cargo de la chilena Carolina Ullricht, quien empezó con la etereidad precisa, pero luego se desbordó en el volumen.
La Berliner Akademie fue fundada en 1991 a partir de excelentes atriles de las mejores orquestas de la ciudad, que se reunen para tocar juntos en su propio ciclo sinfónico. Al su coro de 26 voces se reunieron esta vez 47 del de la Comunidad de Madrid, habituado a viajar -recientes están aún sus visitas a Méjico y Shangay- y a preparar simultáneamente programas muy diversos. No caeré yo en lo de un colega mío en la crítica quien, en otro «Requiem» con tres coros en esta misma ciudad fue capaz de escribir que el mejor de ellos había sido el español, pero sí dejaré constancia de las merecidísimas aclamaciones a los 70 coristas de un público entregado que practicamente llenaba la sala. Lucieron sus pianos desde el admirable inicio, aportaron su densidad las cuerdas masculinas en el segundo tiempo y las sopranos aguantaron muy bien el tipo en las altas tesituras finales. Sonó también con buen nivel la orquesta, bajo la dirección de Heribert Breuer, experto en este repertorio pero también personal en él, con un tiempo inicial muy lento y una marcha fúnebre un tanto ligera. Un gran éxito para la representación española de la Comunidad de Madrid que va haciéndose un nombre en el extranjero. Gonzalo Alonso

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