La Orquesta de Valencia y la temporada del Palau: ¡No puede ser…!
La Orquesta de Valencia y la temporada del Palau: ¡No puede ser…!
“No puede ser” canta el enamorado Leandro en su famosa romanza de La tabernera del puerto. Y esa es la impresión que causa el chocante plantel de directores invitados de la nueva temporada de la Orquestra de València, en el que apenas descuellan algunos pocos nombres. La formación sinfónica que tan estupendamente tocó hace una semana la Novena de Mahler requiere una nómina de maestros invitados acorde con su crecido nivel -técnico y artístico- actual. También con el fuste de los directores que tradicionalmente la han dirigido, entre ellos, Argenta, Celibidache, Chailly, Clemens Krauss, Martinon, Noseda, Temirkánov o Zubin Mehta.

Lang Lang regresa a Valencia
Por otra parte, la sobreexposición del titular, Alexander Liebreich, ¡con 17 conciertos!, está al borde de su contrato y, lo que es peor, de quemar el actual crédito y buena química que aún mantiene con los profesores que lidera.
Son estos los dos sonoros y peligrosos lunares de la temporada presentada. Algo que chirría aún más ante la comparación con la vecina Orquestra de la Comunitat Valenciana, cuyo director, Mark Elder, tiene su presencia programada con prudente cuentagotas, y la espectacular nómina de directores invitados, que comprende nombres como Gardiner, Gatti, Gimeno, Jordan, Luisi, Vasili Petrenko o el propio Elder.
Las comparaciones son odiosas, sí, pero a veces conviene recurrir a ellas como acicate para crecer. La OV de 2025 requiere y exige un tratamiento mucho más selectivo, ambicioso y acorde con su propia tradición y actual nivel de excelencia. Un director inadecuado supone, por muchos motivos -no solo artísticos- un retroceso en el día a día de cualquier orquesta. Y esto lo sabe, siente y sufre -las tres eses- hasta el último atril.
Sin entrar en la valía o méritos específicos de cada una de las batutas invitadas de la nueva temporada, basta su surtida enumeración para que el lector avezado derive conclusiones propias: Daniel Abad Casanova, Álvaro Albiach, Martín Baeza, Jordi Bernácer, Lukasz Borowicz, Renaud Capuçon, Nuno Coelho, Francesco Corti, Roberto Forés, Josep Gil, Gergely Madaras, Virginia Martínez, Paul McCreesh, Nacho de Paz, Josep Pons, Pablo Rus Broseta, Jaume Santonja, Cristóbal Soler, Christian Vázquez, Salvador Vázquez, Josep Vicent, Pinchas Zukerman. Sin comentarios.
Entre los solistas, apenas destacan el violinista Serguéi Jachatrián (con Liebreich), el violonchelista Steven Isserlis (24 de enero, dirigido por McCreesh), el pianista Josep Colom (26 junio, con Ruz Broseta), y la soprano Chen Reiss (19 de junio, Liebreich).
En cualquier caso, en la temporada de la OV no faltan fechas y acontecimientos bien remarcables, como la actuación que ofrecerá e 16 de abril de 2026 en la Sala Dorada del Musikverein de Viena (ya saben: donde cada año la Filarmónica de Viena ofrece el televisivo Concierto de Año Nuevo), dirigida por Alexander Liebreich y con el poema sinfónico Asi habló Zaratustra de Strauss como comprometido plato fuerte.
Remarcable es también la visita a la temporada de abono de la Orquesta Nacional de España, con tres actuaciones en el Auditorio Nacional de Madrid – 27 y 28 de febrero, 1 de marzo-, donde interpretará igualmente el gran poema sinfónico straussiano. Citas importantes son igualmente, la versión de concierto del Don Giovanni de Mozart que ofrecerá el 12 y 14 de junio, con el bajo-barítono Thomas Chenhall en el rol titular y dirección de Francesco Corti, y el Requiem de Mozart, 7 y 8 de noviembre, con Liebreich en el podio y la participación del re-invitado Coro de la Radio de Baviera, tan estupendo como costosísimo.
Más ambicioso es el espectacular programa de orquestas invitadas, así como la selecta serie de recitales instrumentales. En este sentido, el Palau de la Música se mantiene fiel a su opulenta tradición y recupera su posición de auditorio de referencia en el mapa europeo.
La nómina es tan extensa como sobresaliente. Entre los grandes conjuntos sinfónicos, destacan MusicAetern con Teodor Currentzis (19 octubre); Sinfónica de la Radio de Baviera (12 de noviembre, dirigida por su titular, Simon Rattle, con un programa que incluye Tarás Bulba de Janáček y la Séptima sinfonía de Bruckner); Royal Philharmonic (26 noviembre, con Vasili Petrenko); Joven Sinfónica Nacional de Venezuela con Gustavo Dudamel (12 diciembre; Sinfonía Leningrado de Shostakóvich).
Sinfónica de Londres (20 febrero), con dos grandes de la música de nuestro tiempo: el director Gianandrea Noseda -tan vinculado a la OV hace años- y el pianista Seong-Jin Cho; la HR-Sinfonierochester de Fráncfort con Alain Altinoglu (25 marzo); Festival de Budapest (26 de mayo, con Iván Fischer), o la Orquesta del Gürzenich de Colonia, que recalará el 20 de mayo con la soprano Christiane Karg como solista y el colombiano Andrés Orozco Estrada en el podio.
Otras formaciones de menor proporción numérica pero en absoluto inferior calidad son la Orquesta de Cámara de Europa, que llega a la Sala Iturbi con la gran violinista granadina María Dueñas y dirección de Antonio Pappano (11 septiembre); Mozarteum de Salzburgo (con la violonchelista Julia Hagen y Trevor Pinnock en el podio, 19 noviembre); Sinfonía de Varsovia y Pinchas Zukerman (24 febrero); Pygmalion y Raphaël Pichon (24 marzo); Barroca de Friburgo con René Jacobs (19 marzo); Deutsche Kammerphilharmonie de Bremen y Paavo Järvi (22 abril), o Les Musicienes du Concert Des Nations y la Capella Reial de Catalunya, que se presentan el 13 de mayo de la mano de su fundador, el incombustible Jordi Savall.
Entre los recitales, hay que destacar, además de la cita anual con el siempre bienvenido Grígori Sokolov (15 febrero), las de los también pianistas András Schiff (22 febrero), Borís Giltburg (28 y 29 marzo). Nikolái Luganski (9 mayo), y el verso suelto de Lang Lang (2 de junio). También es remarcable la designación del violinista Renaud Capuçon como “artista residente” y del algecireño José María Sánchez Verdú como “compositor en residencia”.
Esplendor y resplandor para todos los gustos. En definitiva, una temporada que rozaría el ideal y haría efectivamente justicia al nombre con el que se ha presentado –“LA MÚSICA AMB MAJÚSCULES”- de haberse tratado el podio de la OV con similar mimo y criterio. ¡Otra vez será!
(Publicado en el diario LEVANTE, el 28 de junio)
https://www.youtube.com/watch?v=C2ytV1h-wyE&list=RDC2ytV1h-wyE&start_radio=1
[…] post La Orquesta de Valencia y la temporada del Palau: ¡No puede ser…! first appeared on […]