UN MUNDO DE GRATAS SONORIDADES

            Obras de Argüelles y Mendelssohn. Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid, Coro de la RTVE. María Espada, soprano; Ciara Thornton, Mezzo; Jörg Dürmüller, tenor. Director: Víctor Pablo Pérez. Auditorio Nacional, Madrid. 21-6-2016.

            Cierra su temporada la Orquesta de la Comunidad de Madrid. “Poemas del Agua” de Jorge Argüelles, miembro del coro de la Comunidad, es una partitura de 2104 que, nos dice Fernández Guerra, conoce su tercera versión. La escritura es amable, en muchas ocasiones consonante, trufada de disonancias estratégicas en busca de una expresividad a flor de piel, ilustrativa, en sus cinco partes, de los versos de David B. Navascués, no incluidos –“peccato”- en el escueto programa de mano.

            La sutileza del trabajo se advierte nada más empezar con la intervención en piano del coro masculino, al que se suma, en armonía disonante, el femenino mientras las láminas dejan oír su tintineante voz y las maderas arpegian en un pasaje que conoce un primer y bien medido “crescendo”. Una suerte de armónica de cristal, con botellas afinadas, tiene enseguida protagonismo. Exquisito el momento en el que los cuatro percusionistas se sitúan ante la marimba mientras el coro recita y se escucha la poética voz del corno inglés y sutil aquél en el que la fantasmal celesta da paso a las féminas, que, a través de un intervalo de segunda, preparan un robusto fortísimo. La obra concluye quedamente después de que sus gratas sonoridades nos hayan dejado un buen sabor de boca.

            La masa coral, acrecida con la incorporación de la de la RTVE prestó decidida colaboración en la “Sinfonía nº 2”, “Lobgesang”, “Canto de alabanza”, de Mendelssohn, en la que el claro gesto del director (siempre sin batuta) acertó a desentrañar el misterio de la introducción “Maestoso”, a marcar a “tempo” el “Agitato” –en el que no faltaron pasajes algo confusos- y a exponer con un lirismo de la mejor ley el subsiguiente “Adagio”. Bien avenidos los dos coros, sin que el empaste fuera en todo momento el ideal; pero hubo gran aliento en las peroraciones. Poco presentable el tenor, nasal, debilucho, no muy afinado. Entre nosotros, incluso dentro de uno de los dos coros, hay voces de mayor relieve. En su punto, por cristalinidad y enfoque, expresión y temple, María Espada, y aceptable en su breve cometido Thornton. Con todo, un buen fin de temporada. Arturo Reverter