Van Dam, no para tales lides
XIV Ciclo de Lied
Van Dam, no para tales lides
Obras de Fauré, Duparc, Ibert, Debussy y Poulenc. José Van Dam, bajo-barítono y Maciej Pikulski, piano. Teatro de la Zarzuela. Madrid, 14 de abril
Resultó extraño que en el Teatro de la Zarzuela hubiese muchos huecos, luego fue menos extraño que algunos muy buenos aficionados se marchasen en el descanso. No resulta agradable comprobar cómo un quien fuera un gran artista trata inútilmente de mantener el tipo, cuando ya no está para estas lides ni liederes.
José Van Dam (Bruselas, 1940) pertenece a la generación de Plácido Domingo, pero su estado vocal dista mucho de ser el del madrileño, lo que ya nos había dejado claro en su última intervención en “Don Pasquale” en el Teatro Real. El programa, enteramente francés, bello y poco pródigo en dificultades, fue acompañado estupendamente al piano por Maciej Pikulski, siempre sensible y atento al cantante. La voz de éste se volvía frecuentemente mate, se abría en unos fortes no controlados, calaba en las alturas y e las veía y deseaba en los intervalos de más de quinta. Hubo, cómo no, esas frases maravillosas que surgían para recordar al gran intérprete de exquisito gusto, esas notas centrales aún evocadoras… pero llega un momento en que las glorias han de saber alejarse de los escenarios, dedicarse a transmitir su arte y ya cantar sólo para los amigos. Muchos estábamos en la Zarzuela, pero ya no era ésta la sala ideal, sobre todo cuando se lanzó con las propinas del “Don Quijote” de Ravel. Gonzalo Alonso
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