No se sabe si para echarse a reir o a llorar. ¿Saben a quién culpan algunas personas del Real por los abucheos en «Don Giovanni? ¿Están bien sentados? Pues a la Cope y a La Razón, por soliviantar a los españoles frente a los catalanes y al PSOE, el que manda ahora en el teatro.

Increíbles y para comentar detenidamente los hechos en el Real. Corría el rumor de que se pensaba censurar el final ideado por Lluis Pascual porque provocaba abucheos. No nos ló podíamos creer, pero es cierto. Se pudo comprobar en la retransmisión en directo por TV2 el lunes 10 de octubre. Se han difuminado las imágenes franquistas. En TV no se vio absolutamente nada, porque ni una cámara prestó atención a dichas imágenes. Evidentemente se ha destruído el enfoque de Pascual, acertado o no, por el que Don Juan representa la libertad, que es machacada por el comendador-fascista. Y el mundo musical se pregunta: ¿Se ha contado para ello con la autorización de Pascual? lo que sería grave ¿o no? lo que sería más grave aún. Esperemos que Pascual diga algo. Y, naturalmente, tal corte ¿Ha sido decisión del Teatro Real, Opus Arte o TVE?

¿Por qué no ha sido José Luis Pérez de Arteaga quien ha realizado la presentación de dicha retransmisión? Se ha echado de menos su ciencia y aplomo. Ruben Amón, excelente periodista por otro lado, no está acostumbrado a la cámara y se le notó mucho en el temblor de la voz. Además conviene ponerse corbata para presentar un hecho así. En el Ente van de mal en peor. Eso sí, gracias por haber puesto la ópera.

Un olvidado en el Real, Miguel Angel Gómez Martínez, ha cosechado un gran éxito en la Ópera de Viena con «Werther». Al acabar la función, a las ovaciones del público se sumó la de los propios músicos de la Filarmónica de Viena puestos en pié. Gómez Martínez tenía contrato para series de «Werher», «Ballo in maschera» y «Manon Lescaut». Todas ellas han sido duplicadas y él será el único que dirigirá la producción de «Werther». Además le han ofrecido «Tosca» y «Vísperas sicilianas». Gómez Martínez vuelve por todo lo alto a un teatro donde llegó a trabajar mucho y se convierte en el más internacional de nuestros directores líricos. ¿Lo reconocerá el Real?